Jue. Sep 21st, 2023

El exdirigente deportivo paraguayo, Juan Ángel Napout, escribió una carta abierta a toda la ciudadanía, en la que contó su historia en prisión y la situación de salud por la que se que encuentra atravesando. Asimismo, reiteró su pedido de ayuda humanitaria.

En la primera parte de la carta, Napout cuenta que ya pasaron 89 meses desde que fue privado de libertad en Zurich el 3 de diciembre de 2015. “Estuve casi dos años de prisión domiciliaria, luego un año en una prisión de alta seguridad en Brooklyn y ahora aquí en Miami FCI desde hace cuatro años y medio. Ahora pronto se cumplirán 66 meses en prisión”, relató.

Asimismo, dijo que en julio de 2020, contrajo el virus COVID-19 y sus abogados solicitaron la “liberación compasiva”, lo cual le fue negado en dos ocasiones. Al respecto, puso como ejemplo el caso de su coacusado José María Marín de Brasil, a quien sí le concedieron la liberación, lo que significó una reducción del 20% de su sentencia.

“A causa del COVID-19, me trasladaron a la Unidad E, donde compartíamos una celda con tres presos, y como tratamiento, nos daban nada más que una tableta de ibuprofeno al día. Gracias a Dios y le doy gracias todos los días, mi tiempo de partir aún no había llegado, así que semanas más tarde volví a mi unidad. Durante ese mismo tiempo, comencé a experimentar fuertes dolores en mi ojo derecho, y mi vista empezó a nublarse. En pocos días, perdí completamente la visión en ese ojo. Un especialista me examinó y recomendó de inmediato una cirugía en el instituto Bascom Palmer, como también lo confirmó una de las enfermeras”, expresó.

Agregó que los meses pasaron y no hubo más noticias. En febrero de 2021, el oftalmólogo lo examinó nuevamente, esta vez para confirmar los problemas en su ojo derecho y el hecho de que el ojo izquierdo también sufría de cataratas y moscas volantes. Este médico también recomendó una cirugía inmediata.

“El tiempo siguió pasando y la ayuda médica esperada nunca llegó. El 27 de mayo de 2022 me llevaron a la Clínica Larkin para hacerme un estudio. Después de esperar tres horas, me dijeron que debía regresar en junio porque faltaba un estudio importante, pero no se podía realizar debido a que la máquina estaba rota. Esperé hasta junio, pero no ocurrió nada, y recién el 17 de noviembre de 2022 me volvieron a llevar a la misma Clínica Larkin, con la promesa de una operación. Sin embargo, después de esperar 4 horas, la doctora de guardia vino y, frente a los dos oficiales que estaban conmigo, me dijo dos cosas: primero, que Larkin ya no realizaba la cirugía, y segundo, que el estudio que debían realizarme tampoco se podía hacer porque la máquina seguía rota”, prosiguió.

Subrayó que lo que hicieron fue recomendar al departamento médico de Miami FCI que le realicen la cirugía en Bascom Palmer. Inmediatamente, al regresar al complejo, entregó los documentos al departamento médico, esperando una pronta respuesta.

“El tiempo siguió pasando, llegamos a 2023 y todo seguía en silencio. En marzo, desesperado, presenté un BP8 a mi consejero, que es una medida administrativa rogando por la cirugía. Una semana después, fui nuevamente al oftalmólogo y una vez más, de manera categórica, confirmó que tenía visión cero en el ojo derecho y que el izquierdo estaba visiblemente deteriorado. La conclusión que figura en mis registros médicos no admite dudas: tenía que ser operado de inmediato”, expuso Napout.

El exdirigente señaló que en abril, recibió la respuesta a mi BP8, donde se le informaba que se estaba tramitando su operación, pero todo el mes de abril pasó sin que se le realice el procedimiento, continuando con los dolores de cabeza  y la imposibilidad de leer. “La lectura es una de las cosas que me salvaron la vida en este lugar”, enfatizó.

“Al pueblo de mi querido país, que, para mí por lejos es el mejor país del universo. Tuve la gracia de Dios de conocer y vivir por un tiempo en varios maravillosos países, pero en mi corazón y mi alma, Paraguay es el país donde quiero ser enterrado. Nuestra gente es buena, solidaria y bondadosa, y la familia sigue siendo el núcleo más importante. Gente que, en todo este tiempo manifestó su afecto a mi familia, gente que ha orado y rezado pidiendo por mi retorno a casa, pidiendo por mi salud”, siguió.

Finalmente, dijo que le pide a Dios poder volver y abrazar a su querida madre, que con sus 91 años le espera todos los días.